Una actividad muy divertida con los niños es hornear pasteles o galletas. Tu mides, ellos mezclan y metes al horno y ver como se transforma esa mezcla en un delicioso pastel, es como hacer magia, y para ellos, súper emocionante, y como siempre digo, no hay mejor aromatizante en un hogar que un pastel en el horno y este tiene un aroma deliciosa, la mezcla del guineo y las especias simplemente conquistan y a todos les encantará lo suavecito que queda.
INGREDIENTES
2 ¼ tazas de harina cernida
1 ¾ tazas de azúcar morena
4 huevos
200 gramos de mantequilla sin sal
3 guineos pequeños ó 2 grandes bien
maduros
½ cucharadita de sal
1 ½ cucharaditas de bicarbonato de sodio
¾ taza de buttermilk *
1 cucharadita de canela en polvo
½ cucharadita de nuez moscada en polvo
1 cucharadita de vainilla
½ taza de nueces picadas
*Buttermilk
Mezcla 1 taza de leche con 2 cucharaditas
de zumo de limón o vinagre blanco, dejar
reposar 5 minutos. El resultado es una leche grumosa que le da una suavidad
especial a los pasteles.
PREPARACIÓN
Precalentar el horno a 180 grados C.
Enmantequillar y enharinar un molde.
Cernir todos los ingredientes secos
(harina, sal, bicarbonato, canela y nuez moscada) y reservar. Tritura los
guineos con un tenedor y reserva.
Con una batidora eléctrica a velocidad
rápida, cremar la mantequilla con el azúcar hasta que se haga un mezcla
esponjosa y suave, baja la velocidad y añade los huevos uno a uno, y luego la
vainilla. Ahora con una cuchara de
madera con movimientos envolventes, agrega la mezcla de los ingredientes secos
alternándolos con el buttermilk, en 2 ó 3 tandas, terminando siempre con la
harina. Agrega los guineos triturados y al final las nueces. Vierte la mezcla
en el molde y hornea por aproximadamente 40 minutos o hasta que al introducir
un palillo salga seco.
Este pastel sube mucho por lo que la
mezcla debe llenar sólo la mitad del molde.
¡Y ahora sí! Perfecto para disfrutar una
tarde lluviosa, esos son momentos que no tienen precio.
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